martes, 23 de agosto de 2011

Thomas Pynchon / V. (parte V)

IX

Profane-Rachel I

Profane:
“Todo lo que schlemil puede hacer es recibir. Recibir lo que quieran echar encima las palomas del parque, o lo que quiera dar una chica encontrada en cualquier calle, lo malo y lo bueno, un schlemil como yo recibe y nunca devuelve nada” (Pág. 388)

Profane-Rachel II

Rachel:
“Te aterroriza el amor, y todo lo que sea otra persona que no seas vos. Mientras no tengas que dar nada, que sujetarte a nada, muy bien: podés hablar del amor. Las cosas de las que hay que hablar no son reales. No es más que una manera de elevarte. Y de mirar hacia abajo a quien trate de abrirse paso hacia vos, como me ocurre a mí” (Pág. 402)


X

Tierra sin viento

“Pero el mismo Stencil, que cuando se le preguntaba parecía cada día menos al tanto de lo que ocurría en el resto del mundo, reforzó la creciente teoría de Maijstral de que V. era al fin y al cabo una obsesión. Y que una obsesión semejante es un invernadero: temperatura constante, sin viento, exceso de caprichos multicolores, de brotes desnaturalizados”. (Pág. 472)

martes, 2 de agosto de 2011

Thomas Pynchon / V. (parte IV)

VII

La confesión del poeta maltés Fausto Maijstral

“Podemos justificar cualquier apología simplemente llamando a la vida rechazo sucesivo de personalidades. Ninguna apología es otra cosa que una novela –una semificción- en la que todas las identidades sucesivas adoptadas y rechazadas por el escritor como función del tiempo lineal, se tratan como personajes independientes. El propio hecho de escribir constituye otro rechazo, otro “personaje” añadido al pasado. Vendemos efectivamente el alma: entregándola a la historia en pequeños plazos. No es tanto para pagar unos ojos lo suficientemente claros como para ver más allá de la ficción de la continuidad, la ficción de la causa y el efecto, la ficción de una historia humanizada dotada de “razón”” (Pág. 325).

Más tarde en el relato, pero antes en la historia, Fausto dirá en conversación con Dnubieta (el poeta ingeniero) y dos prostitutas (bajo el asedio de las bombas de los ME-109 alemanes):

“Es que Dios y yo tenemos un acuerdo. Él olvidará que yo no he acudido a su llamada si dejo de hacer preguntas. Si me limito a sobrevivir” (Pág. 345).


Deja de hacer preguntas
y cuando vuelvas el rostro
estarás en la carrera,
lejos del comienzo
y lejos de la meta
Encarna tu fe

ENCARNA TU FE



VIII

Repubblika ta´Malta I
Dulce hogar

Malta del griego μέλι (meli): miel, o del fenicio maleth: refugio.

Malta es un sitio estratégico de sucesivas e históricas disputas. El país más denso, demográficamente hablando, de la Unión Europea. Insular, compuesto por un archipiélago, ubicado en el centro del Mar Mediterráneo.

Repubblika ta´Malta II

“Todos nuestros niños han tenido tan sólo un padre, la guerra; y una madre, Malta, sus mujeres” (Pág. 342).

The War, is a he or is a she?
   And the Moon, and the Earth
   the Winds?

Hekk ikun

                  El Gregal


Repubblika ta´Malta III

La Valetta

El cura Avalanche y Stencil (Pág. 473)
Los caballeros cruzados de Malta recorren La Valetta luego de la puesta del sol. ¿Qué buscan?

Paranoia de V.

Stencil-Stencil
“Los acontecimientos parecen estar ordenados dentro de una lógica ominosa” (Pág. 474)


Sucesiones

El Patriarca de Constantinopla, padre de la iglesia ortodoxa, es considerado sucesor de Andrés el Apóstol, tal como el Papa católico es considerado sucesor de su hermano Simón Pedro, y el Papa Copto sucesor de Marcos el Evangelista.


Mensaje

Antes del fin iré a buscarte y sabrás que nunca partí, sino que me encontraba oculto, en subrepticia complicidad con el mar y sus rocas.  

sábado, 16 de julio de 2011

Thomas Pynchon / V. (parte III)

V

Stencil, el buscador de viento I

Desde la aparición de Stencil (en el ejercicio de su técnica denominada “vigorosa dislocación de la personalidad”) aparecen los vientos, sobre todo los de baja temperatura. En Alejandría, en los alrededores de la plaza Mohammed Alí, un viento mudo (insonoro) empuja el frío del desierto libio a través de la calle (rue) Ibrahim hacia el resto de la ciudad. Luego, en Nueva York el viento del helado febrero corre por la Tercera Avenida barriendo las veredas del V-Note, acarreando hacia el centro de la ciudad su polvo y mugre. Los vagabundos, en consecuencia, se aprietan uno contra otro mientras aguardan la salida de los universitarios. En nuestras ciudades ¿qué calles tomarán los vientos, por dónde se encañonarán, hacia qué esquinas se dirigirán con celo, en qué rincones se anudarán?  De seguro, en los días de semana, se les da por juguetear en los estadios de fútbol. 


Stencil, el buscador de viento II


“Lo que son para el libertino unos muslos abiertos, lo que es el vuelo de los pájaros migratorios para el ornitólogo, lo que es el filo cortante de su herramienta para el mecánico de serie, lo que son los aplausos para el rock star, eso es para el joven Stencil la letra V.” (pág. 65)

En la persecución de V. hay varias constantes: algún nombre que cargue su inicial (coherentemente femenino, tanto si se refiere a un lugar o a una persona); algún contertulio de diversos europeos en algún país exterior (la conspiración, la amistad, el odio y la tensión sexual); y los vientos (surcando los paisajes de los pasajes –jujuju qué sonoridad!- para ir y envolver, formando parte de su composición, alguna figura siniestra o una ciudad entera).



Stencil, el buscador de viento III

Stencil-Profane

“Habían salido por la calle Catorce y caminaban en dirección este. Cada vez pasaban alrededor más vagabundos conforme se acercaban a la Tercera Avenida. Algunas noches la calle Catorce es la calle más ancha y con el viento más increíble de la tierra” (Pág. 405)


VI

Profane el teórico
Materialismo sexual o sexualismo dialéctico

“Si hubiera sido ese tipo de individuos que desarrollan teorías de la historia para su propia distracción, podría haber dicho que todos los acontecimientos políticos –las guerras, los gobiernos y las revueltas- tienen origen en el deseo de acostarse; porque la historia se desenvuelve de acuerdo con las fuerzas económicas, y la única razón por la que cualquiera desea hacerse rico es para poder acostarse con quien quiera y siempre que quiera” (pág. 228)

domingo, 3 de julio de 2011

Thomas Pynchon / V. (parte II)

III


Schoenmaker I

La cirugía plástica y sus esperanzas:

“Al otro lado de la sala, leyendo un ejemplar del Reader´s Digest, se sentaba un señor de edad con traje de gabardina verde musgo, que tenía tres ventanas en la nariz, carecía de labio superior y dejaba asomar un muestrario de dientes de distinto tamaño que se empujaban y apelotonaban como las lápidas de un osario en tierra de tornados” (página 109)

Schoenmaker II

El cirujano plástico del joven Godolphin

En el capítulo 2, parte 2 (pág. 103-108), la narración nos ofrece la historia del doctor Schoenmaker desde sus diecisiete años cuando logra escapar de la primera guerra. Desde ahí se inició como mecánico en tierra de aviones de guerra. Su “primera profesión”. Leemos: “Desde aquellos días, como sabemos, la democracia ha hecho sus incursiones y aquellas rudimentarias máquinas voladoras se han convertido en “weapon systems”, en sistemas de una complejidad nunca soñada que coordinan todos los servicios para que un arma cumpla a la perfección su cometido, con lo que el encargado de mantenimiento tiene que ser hoy en día tan miembro de la nobleza profesional como la dotación de vuelo que presta su apoyo”. Sin embargo, se supone que si bien el doctor no tenía los conocimientos especializados que “hoy” se requieren en ese tipo de trabajos, Schoenmaker sabe de mecánica. “Le llevó diez años trabajando en su primera especialidad – la mecánica” y realizó luego una gran cantidad de diversos trabajos (pág. 107) para poder sostener sus estudios en medicina y su segunda especialidad “la cirugía plática”.  Un hombre sumamente inteligente y práctico, un ser extraño hoy en día. En la actualidad un profesional destacado requiere ser un verdadero especialista en su área. Sea el campo de trabajo que sea, desde las ingenierías hasta las humanidades. Las dobles especialidades no se sostienen, sin grandes desastres históricos de por medio. Ni siquiera se acompañan de un oficio; a lo sumo de un hobby, un pasatiempo menor. Cada uno a lo suyo, claman los axiomas profesionales. Los escritores sin paga estamos realmente perdidos. 

IV

La caída del Padre y Vheissu (el no-espacio de fantasmagóricas fronteras)


Dice el gaucho, tras los barrotes, al muchacho Godolphin:

“Ya sabes cómo son los niños. Llega el momento de la despedida, un punto en el que el hijo ve confirmada la sospecha que anida desde hace tiempo de que su padre no es un dios, ni siquiera un oráculo. Se da cuenta de que ya no tiene ningún derecho a mantener la fe en ese sentido. Y de esa forma Vheissu se convierte en un cuento a la hora de acostarse o en un cuento de hadas al fin y al cabo, y el niño en una versión superior de su padre meramente humano” (pág. 206)

Evan Godolphin continúa argumentando su caso, haciendo y no haciendo caso a las palabras del gaucho. Habla de la revelación: “algo que no podía ser un accidente, un capricho del mundo inanimado”.


Fe primitiva: el hijo es el doppelgänger* del padre. (pág. 213)
*En el folklore alemán: fantasmagórico doble de una persona que lo acecha a lo largo de toda su vida.

lunes, 27 de junio de 2011

Thomas Pynchon / V.

I


El schlemil de Benny Profane es un vagabundo de primera:

“Raspó la barbilla contra el micro del teléfono, haciendo sonidos rechinantes con la barba de tres días. Pensó que en todo el camino hacia el norte, a lo largo de los ochocientos kilómetros de longitud del cable telefónico subterráneo, tenía que haber lombrices de tierra, ciegos gnomos y seres por el estilo que estarían escuchando. Los gnomos saben un montón de magia: ¿podrían cambiar las palabras, hacer imitaciones vocales?” (Pág. 37[1])

Todo schlemil tiene su Rachel Owlglass:

“Se notaba que sus ojos habían sido objeto de mil secretos cuidados. No necesitaban la calina del humo de un cigarrillo para que su mirada viniera a posarse en uno desde su fondo sensual, incitador e insondable. Llevaban su propia niebla con ellos. Nueva York debía de haber sido para ella una ciudad de humo; sus calles, los patios del limbo; sus cuerpos espectros. El humo parecía estar en su voz, en sus movimientos, haciéndola tanto más real, más allí. Como si las palabras, las miradas, las pequeñas lujurias sólo pudieran como el humo en su largo cabello, ser burladas y aquietadas; quedar allí inutilizadas hasta que ella las dejara en libertad, accidental e impensadamente, con una sacudida de cabeza” (Pág. 55)


II


En V. hay tres protagonistas: el mencionado Profane, Stencil el perseguidor de V. y la omnipresente V.

Stencil, si bien es mencionado desde el capítulo 2, aparece en acción en el 3. El subtítulo reza: En el que Stencil transformista, lleva a cabo ocho personificaciones. Este repertorio de personificaciones es una técnica denominada “Vigorosa dislocación de la personalidad”. Nos pregunta el narrador ¿para qué hace esto Stencil? Y responde: “Para mantener a Stencil en su sitio: es decir en la tercera persona” (página 66). 

Sobre una de las dislocaciones identitarias de Stencil se dice:

“Mera pieza del tren para cualquier observador casual, en su vida privada era Waldetar esa precisa mescolanza de filosofía, imaginación y constante preocupación por sus diversas relaciones, no sólo con Dios, sino también con Nita, con sus hijos, con su propia historia” (capítulo 3, pág 83)


Las ocho personificaciones son las siguientes:

  • P. Aïeul à Mozo del café de la plaza Mohammed Alí
  • Yusef (el factótum) à Anarquista. Encargado de la mesa del ponche en el consulado de Austria. Cedido temporalmente por el hotel Jedival.
  • Maxwell Rowley-Bugge à Vagabundo que simula ser turista; es en realidad Ralph MacBurgess ex artista del vaudeville inglés, algo pedófilo: “´Pero lo saben´ se dijo Max a sí mismo, ´no importa la edad, saben lo que es, lo que hacen. Lo único es que no piensan demasiado en ello´. Por eso él había trazado la línea de los dieciséis más o menos… un poco mayores y la literatura, la religión, el remordimiento, entraban como torpes tramoyistas y destrozaban el puro pas de deux” (pág. 74)
  • Waldetar à Maquinista del tren expreso Alejandría-El Cairo
  • Gebraíl à Cochero de El Cairo sumamente religioso
  • Girgis à Saltimbanqui. Subsiste además en el robo con escalo y la prestidigitación
  • Hanne Echerze à Camarera del Boeblich´s, cervecería alemana ubicada al norte del jardín de Ezbekiyeh en El Cairo
  • ¿? à Figura al final del pasillo en el teatro de verano del jardín de Ezbekiye, ¿testigo de un homicidio?



[1] Todas las citas y referencias corresponden a la edición de Tusquets Editores, colección Fábula, Julio 2008.  Traducción de Carlos Martín Ramírez. En uno de los pasajes citados, caprichosamente, meto mano y modifico el tuteo por el voseo y la correspondiente conjugación de los verbos. 

viernes, 13 de mayo de 2011

La Jenguenós

 A través de estos fragmentos proféticos futuristas el hermético G. parece advertirnos sobre la posibilidad de la repetición histórica. Pero a pesar de que la Multiplicación encuentre vías para persistir, parece decirnos, el futuro puede ser peor de lo que ha sido el pasado.  ¿Será un costo a pagar?


Warwick Saint


………………………….

(…) sólo allí comprendimos que la verdadera fuerza de la profecía se encontraba en la esperanza de un dios que siempre está en vías de llegar. Desde ese momento su poder fue el nuestro. Nuestra serenidad se hizo imperturbable. La muerte dejó de ser un acontecimiento perturbador; (no era más que el cierre de un ciclo de aprendizaje). Toda manifestación del mal era el punto de apoyo de nuestra purificación. Esta u otra realidad, siempre concluiría siendo el gesto de dios. Esta u otra vida, tan sólo hacía falta creer que ya lo habíamos encontrado, aún sin poseerlo.

………………………….

(…) entonces se dio a conocer la Jenguenós. Sus miembros reivindicaron su arcaica ascendencia, la más antigua de todas, sin creerse portadores de privilegio excepcional alguno. Según su origen y su fe no eran más dignos de la existencia que una piedra o un árbol cualquiera. Durante milenios habían devenido sigilosa y discretamente, honrando con tranquilidad y constancia sólo lo que se resguarda siempre de nuevo en el silencio, sosteniendo con paciencia la sagrada afirmación de todas las cosas. Y ahora se daban a conocer, según lo solicitaba el séptimo anuncio. Pero su sola presencia importunó a los núcleos más rígidos del entretejido del poder, que reclamaban para sí toda clase de prerrogativas. La agitación se hizo profunda en los canales superiores de la regencia planetaria, decretando un exterminio intensivo de todo integrante de la Jenguenós. Los estabilizadores diagramaron y ejecutaron un operativo sin igual. Apenas los bio-analizadores inducían la sospecha de una posible revelación, la persona era neutralizada. No es posible calcular la cantidad de neutralizaciones consumadas según esta normativa. Los scanner realizaron un trabajo excepcional esterilizando las redes multi-informáticas. Pero es sabido que el operativo se desbordó de su objetivo, neutralizando miembros de la población que no tenían bio-enlace alguno con la Jenguenós. Hasta se ha llegado a decir que ningún integrante del arcaico linaje fue alcanzado por el exterminio. Entonces la Jenguenós volvió al sigilo y la discreción. Nada más se ha dado a conocer como proveniente de la antigua casta. Pero desde aquel momento no ha dejado de circular y divulgarse una vindicación que impide que ese acontecimiento caiga en el olvido de la esterilización informática. Toda su fuerza se conserva y dilata en una sola consigna: “Todos somos Jenguenós”. A partir de ese acontecimiento sabemos que algo cambió, aunque no podamos medir la extensión del mismo. Probablemente la Jenguenós haya vuelto al silencio de la discreción y el anonimato, pero ahora es cuando la sentimos más cerca que nunca. En lo interior tenemos la certeza que secretamente camina entre nosotros. Y -¿por qué no?- también dentro nuestro. Tal vez la vindicación sea cierta y éste haya sido el verdadero acontecimiento: ¡todos somos Jenguenós!         

martes, 29 de marzo de 2011

Stop that train!

Stop that train, I want to get on, my baby she is leaving me now

She said she was going on the morning train,
She won’t be back for long
She said my dear I do love you
No matter what they say or do

El Natty Combo

Corro
bordeando
la hilera de álamos
y eucaliptos
buscando
la frescura
de las baldosas
sin sol

Atravieso
la avenida central
hacia los callejones
que descienden
en curvas
sin interrupción

Esquivo niños
como obstáculos movedizos
mientras soporto
las miradas vidriosas
de los ancianos
en mecedoras
y la molestia de la remera
pegada al pecho
(un bajo costo
si se persigue
la redención)

La carrera
es triste
pero heroica
y el tropiezo que detiene
el cuerpo contra el suelo
es la tregua
de la acción inconciente
que deja escuchar
el ruido de la máquina
poniéndose en movimiento,
el pitido de arranque
y el chirrido de las poleas
que empujan
el acero sobre las vías


En los andenes
y las plataformas
hay quienes
tendrán
sus despidas

Para mi sólo resta
gritar
en la distancia:
¡detengan ese tren,
mi amor me está dejando!

We Walk a Haunted Land - Steven Ward

lunes, 7 de marzo de 2011

La recién llegada III

                                                                                                                                                                  4
(bestia)

Cruzo el umbral de la puerta de calle con alegría desaforada. Todos están aquí. En casa. Mi padre ríe estruendosamente mientras bromea con mis hermanos; mi madre prepara las ensaladas hablando y hablando; mi abuela observa sentada en su silla. Debe ser la ansiedad -por estar con todos, saludarlos, verlos reunidos- la que bombea mi corazón paroxísticamente.  Todos están aquí. ¿Hace cuánto nos los veo? No importa eso. Importa que estemos aquí, juntos, TODOS: sólo falto yo.

En un impulso de notoriedad (¡quiero participar, quiero abrazarlos!) salto a la mesa y desde allí les grito, para divertirlos con la sorpresa. ¿O es tan sólo un ataque de amor y nostalgia? Aunque mi voz sale gruesa, abatida, probablemente por la gran agitación, alcanzan a escucharme. Todos giran a verme. Pero los gritos que lanzan sobre mí, tardo unos momentos en darme cuenta, con decepción, no son de alegría. ¿Seré la única que tiene estos sentimientos tan profundos? Quieren que baje. Mientras me hostigan con ridículos retos, inapropiadamente fríos, me señalan la salida. “¡Fuera de ahí!” “¡Salga bicho!” Desciendo de la mesa con torpeza, ayudándome con las manos. Mi padre se acerca blandiendo una escoba en el aire. “¿Qué les pasa?”, grito, al tiempo que esquivo un violento golpe. “¡Soy yo! ¿Acaso no me ven? ¡Soy yo!” Un escobazo más, cruel, y decido salir ayudándome con las manos apoyadas en el suelo. Mi padre, histérico, toma una vez más la iniciativa y sale tras de mí, dispuesto a perseguirme, lo adivino en sus ojos inundados de cólera. 

¿Acaso hice algo? ¡¿No desean que esté ahí, con ellos?! ¡Quieren que huya! La pena me sofoca, las lágrimas explotan de mis ojos; entonces, escapo. Con mis manos en el suelo corro veloz y hábilmente. ¿Es eso posible? Junto al terror surge el alivio. ¡No saben que soy yo! Me detengo y giro a ver a los míos, a contemplar su ira. En mi boca se pronuncian ladridos. ¿Cómo explicarlo? Mi padre agita sus brazos y mis hermanos tiran piedras. Una me alcanza justo en el costado de mi hocico. El dolor me paraliza y caigo al suelo. Debo estar desmayada, sin embargo, me elevo. ¿Qué ha sido de mi cuerpo? Creo ver algo. Luego, todo es luz.

viernes, 25 de febrero de 2011

Tecno-pacificador

 Las profecias se autocumplen o autodestruyen en las manos heridas de los decididos, y se vuelven sagradas o apócrifas en las bocas ulceradas de los charlatanes. La multiplicación pornofuturista se enciende en la sangre de los guerreros. En la imaginación de G., la revolución pornofuturista admite alternativas; sin embargo no es posible sin sacrificios.

En el primer tiempo pensé que tan sólo era un período de adaptación. Sabía que no todo se ajustaba al código de auto-regimiento. Pero lo dejé pasar: esa sensación era tan sólo una resonancia apagada, casi imperceptible. Además, tenía plena confianza en la consumación de los hechos… Debería haberlo sospechado. Esas mismas anomalías eran el anuncio: irregularidades técnicas, manifestación de sentimientos, especulaciones mentales, sumado a ese hormigueo energético en las bio-partes humanas. Todo eso era imposible en un tecno-pacificador. Sin embargo, no mucho tiempo después ya tenía la certeza de que la conversión no se había cumplimentado. Seguramente una avería en el intro-gestor mandaba la señal regular al comando central; esa era la única explicación de que mi irregularidad no fuera registrada. También mi mnemo-scanner estaba averiado: ningún recuerdo desde la conversión ha sido borrado. Por eso puedo recordar que continué así durante veinticuatro años del eón de ordenamiento. Nada que tenga algún vestigio humano, por mínimo que sea, podría soportar aquellas tecno-pacificaciones. Tan sólo recordar las irrupciones normalizadoras en el distrito KS231 hace que la manifestación energética en las bio-partes arda como un láser de desintegración intensiva. Con el tiempo he aprendido que los profetas ultramundanos le llamaban culpa. Pero el caso más desestabilizador es el archivo 107300/M, aquella niña del cantón de Ur, refugio de rebeldes de la coalición séptima. Con sus nueve años me miró directo al catego-visor y, con una tranquilidad absoluta, me reveló la profecía, antes que la pacificara a ella y a su pequeño feto. No entendí cómo, pero ella sabía con quién estaba hablando.
Recién ahora puedo ver claramente que la conversión no se cumplimentó al no producirse completamente la inhibición espiritual: este hormigueo energético se hizo con el tiempo cada vez más fuerte hasta que retomó su electro-forma: mi personalidad. También puedo recordar por qué busqué aquella conversión de la que ahora tanto reniego: tan sólo deseaba abandonarme en la paz absoluta que se prometía con la consumación de los hechos. Las multiplicaciones se habían tornado una transgresión sin precedentes; la desmesura más radical y destructiva. Los neutralizadores anímicos se volvieron completamente obsoletos debido al consumo desmedido de euforizantes. Nada de lo que se había buscado con las multiplicaciones pareció llegar al destino deseado. Entonces la nueva solución se impuso. Algunos la aceptaron, otros no. Yo me resolví por la conversión. Necesitaba borrar de mí la tortura interior de años de desmesura. Decidí ser un converso tecno-pacificador. Pero las cosas tampoco salieron como esperaba. Después de tanto tiempo, se ha hecho evidente que la tecnocracia del universo ha sido la más terrible transgresión del bio-orden. Desde hace años pienso en la serenidad de esa niña, que sabía que iba a ser pacificada. Mi inquietud más grande es saber que yo jamás podré alcanzarla…

Puedo visualizar que han dado la señal de pacificación. El bio-analizador del edificio me ha registrado cuando entraba. Me están buscando. Todavía ahora sigo recibiendo todas las normativas. No pueden desconectarme del comando central. Es otra señal. En 38 segundos se produce la irrupción.
Esta noche comienza la consumación de la profecía. No me preocupa que puedan neutralizar y eliminar mi archivo. Es inevitable que los motivos de este acontecimiento se difundan en las redes clandestinas suburbanas. “Está escrito desde siempre” - dijo la niña - “la profecía del nuevo eón comienza con el suicidio de un tecno-pacificador”. Es cierto, la destrucción de la tecno-cracia planetaria comienza desde su interior, en su enlace de seguridad más firme: mi auto-destrucción es inevitable. El desintegrador está cargado. Ya están sobrevolando el edificio… 

sábado, 22 de enero de 2011

Minimalismo



La referencia a estas imágenes es un termino (una idea, aunque más probablemente un nombre) que significa diferentes cosas en varios idiomas: pod borka.

Yo pienso en un cisne y en un viejo hotel.
El rostro es un misterio que sobra.

jueves, 13 de enero de 2011

Sueño ser una mariposa danzando en la penumbra

¿Entonces?
Entonces no hay nada que decir.
Me voy a leer,
Murakami
sólo por ahora
………....

Mañana lloverá porque un oso polar se ha comido las estrellas
..
Nimono, Misoshiru
Soledad, celos
….
 En aquella época
nos sentíamos especiales
Quizás sí lo éramos
pero ya no, ya no
.
…náufragos perdidos en los confines del mundo…
.

Ese pájaro voló
fue perfecto
mientras duró
                      No me apenaré nunca más
con esa profundidad
Dejaré que las cosas pasen
trataré de comprender
  nos amaremos
nos odiaremos

.
Soledad y celos

Por eso, siempre se lo hice
con los dedos o con los labios,

¿comprendés?
.