martes, 21 de agosto de 2012

Citas con Paul Auster


Retrato de un hombre…
O citas con la muerte de un padre


 Foto: Soledad Girardo

Paul Auster. La invención de la soledad

Página 11:
“Podemos aceptar con resignación la muerte que sobreviene después de una larga enfermedad, e incluso la accidental podemos achacarla al destino; pero cuando un hombre muere sin causa aparente, cuando un hombre muere simplemente porque es hombre, nos acerca tanto a la frontera entre la vida y la muerte que no sabemos de qué lado nos encontramos. La vida se convierte en muerte, y es como si la muerte hubiese sido dueña de la vida durante toda su existencia”

Página 12:

“Muerte sin previo aviso, o sea, la vida que se detiene y puede detenerse en cualquier momento”

Auster dice que tiene “la certeza de que mi padre se había marchado sin dejar ningún rastro”. Un hombre invisible que transitaba el mundo encontrándose siempre en otro lado. La sospecha de que el hombre que había en él existía en segundo plano, oculto detrás del torrente de manías, superficialidades y hábitos.

Sobre mi padre: nada más distinto y nada más parecido.

Retrato del hombre visible:
Absolutamente visible. Siempre allí, en el instante, imposible de no ver. Y agregar: su visibilidad no provenía de la imposición terrorífica. No era una visibilidad producto de una personalidad impostora, que gritara su presencia por miedo a no ser visto y escuchado. No hubo jamás violencia en su visibilidad.
Retrato del hombre invisible:
Al mismo tiempo, siempre pareciendo estar más allá, en otro plano. Su presencia invocaba un mundo de alegría y aceptación que se resiste a mostrárseme sin él.


El libro de la memoria
Página 113:
Pinocho

“¿Es verdad que uno debe sumergirse en las profundidades del mar y salvar a su padre para convertirse en un niño real?”

Añadidos a los comentarios “Sobre la naturaleza de la casualidad”

El libro de la memoria, volumen cinco. Página 143.

Primer añadido:

“Dos meses después de la muerte de su padre (enero de 1979), el matrimonio de A. se vino abajo. Los problemas habían estado latentes durante algún tiempo hasta que por fin tomaron la decisión de separarse. Pero una cosa fue aceptar esa ruptura, sentir dolor por ella a pesar de comprender que era inevitable, y otra muy distinta resignarse a sus consecuencias: la separación de su hijo. Sólo pensarlo resultaba intolerable”.

Añadido:

E. leía La invención de la soledad de Auster. Rescribía lentamente el párrafo de la página 143 reacomodándolo a su situación:
Cuatro meses después de la muerte de su padre (abril de 2011), la relación de E. con su novia se vino abajo. Algunos problemas habían estado latentes largo tiempo y otros eran evidentes desde hacía unos meses. Entonces E. escapó abandonando a su mujer y todo lo que juntos habían construido. Aceptar esa ruptura, sentir dolor por ella a pesar de comprender que era inevitable, sumado al dolor de la muerte de su padre y el esfuerzo de recomenzar su vida, fueron devastadores.


Segundo añadido a los comentarios sobre la naturaleza de la casualidad:

En la página 144 Auster comenta la desaparición de un niño del barrio donde ahora vive solo y espera los fines de semana para reencontrarse con su hijo. El nombre del niño es Etan Patz. A. describe cómo el caso adquiere dominio público en los medios locales.
En septiembre de 2011 mientras E. lee el libro de Auster, los medios de comunicación argentinos se ocupan casi con exclusividad de la misteriosa desaparición de una niña de once años: Candela Rodríguez.
A. narra (1979) que nada se sabe del destino del niño. Podría estar muerto, secuestrado, asesinado, etc. La única certeza, dice A., parece ser la desaparición de Etan.
E. (2011) ve en la espectacularidad mediática de los noticieros la aparición del cuerpo sin vida de Candela. La única certeza parece ser es que Candela fue asesinada. ¿Narcotráfico, red de trata, pedofilia, venganza?

Tercer añadido a los comentarios sobre la naturaleza de la casualidad:

E. recuerda a su abuelo materno (hoy vivo con 84 años) hacer un juego muy similar al que hacía el abuelo de A. llamado el hechicero, descripto en la página 171. El abuelo de A. hacía este truco de “adivinación” en complicidad con un amigo, vía teléfono. El objeto a adivinar era un naipe o carta. El abuelo de E. realizaba un juego parecido que llamaba el lector de mentes. En éste también había un cómplice sólo que presente en la reunión y no se trataba de naipes, sino de algún objeto cotidiano, digamos, por ejemplo, una lámpara, un mantel, un cenicero, etc. La persona que elegía el objeto se lo decía en secreto al cómplice, la mente a leer, y éste se lo daba a entender al abuelo de E., el adivinador, mediante un orden prefijado. El acuerdo era, por ejemplo, que el objeto elegido sería dicho en cuarto lugar, o que sería dicho siempre detrás de tal otro objeto clave.


Cuarto añadido a los comentarios sobre la naturaleza de la casualidad:

Páginas 179-180. En relación a la profetización de un día extraordinario en la adolescencia de A.
E. recuerda un día, cuando tenía entre 15 y 16 años, en que se le ocurrió al llegar al colegio la idea de despertar la curiosidad de sus compañeros con una falsa profecía. Fue una idea espontánea que se ubica entre un experimento social y un entretenimiento para matar el aburrimiento de las repetidas horas escolares. Se trataba de crear expectativa y ver que ocurría: ese día, ese mismo día, antes de finalizar la tarde, algo maravilloso iba a suceder, ya lo verían. Ante su propia incredulidad, funcionó. Muchos de sus compañeros y compañeras estaban ansiosos esperando la maravilla y acosándolo con preguntas para aclarar el misterio. E. se mantuvo en silencio y repitió: antes de finalizar la tarde algo maravilloso va a ocurrir, si anuncio qué le quitaré parte de la sorpresa. Lamentablemente, nada ocurrió, salvo la tensión misma creada por la expectativa: la autorrealización de la profecía, piensa E., y añade: la paradoja de toda profecía. (“Jonás y también el cuento de la vieja y el pueblo en el que algo terrible va a suceder”).
Al igual que A., E. aún recuerda con sorpresa aquel día. Para ambos fue un descubrimiento. Cada uno arriba, claro está, a conclusiones levemente diferentes. Para E. fue: la paradojal fuerza de la predicción, la manipulación de otros a través de la creación de expectativas, y la propia autocreación desde el pasaje hacia el futuro. Sin embrago, piensa E., un párrafo de la página 180 podría aplicarse a sí mismo tal cual está:

“Descubrió que también el futuro temerario, el misterio de lo que aún no ha ocurrido podía guardarse en la memoria. Y a veces tiene la sensación de que lo verdaderamente extraordinario era la ciega profecía adolescente de veinte años antes (diez años para E.), el mismo presagio de lo extraordinario; su mente arrojándose feliz hacia lo desconocido. Lo cierto es que han pasado muchos años y todavía hoy, a finales de noviembre (comienzos de septiembre), se sorprende recordando aquel día”.



En relación al tema de la memoria y la escritura.

Página 198:

“La pluma nunca se moverá con la prisa suficiente como para reproducir cada palabra descubierta en el ámbito de la memoria. Algunas cosas se pierden para siempre, otras quizá vuelvan a recordarse, y otras más se encuentran y se pierden una y otra vez. Es imposible estar seguro de nada.”

La escritura, la notación de lo vivido, de lo visto y sentido (sentimientos, sensaciones y significados), es un intento por contener esa imposibilidad. Un registro que caducará en su primer objetivo (la certeza del pasado) para convertirse, luego, en algo más.

Página 201:

“En ese momento la ecuación se volvió clara: el acto de escribir como un acto de la memoria”

Para que algo ocurra otra vez, primero hay que recordarlo. (¿La paradoja del karma?)


Página 235:

“El lenguaje escrito nos libera de la necesidad de recordar demasiadas cosas, pues los recuerdos se almacenan en forma de palabras.”

Mi memoria se activa después de los últimos cinco años vividos, al menos. Superado ese lapso lo admito como pasado. Pero esos últimos cinco o seis años son parte de mi presente; en ellos se encuentra la causa de mis sentimientos por más inmediatos que aparenten ser, y se resisten a ser reconstruidos en un acto de memoria. O decir: siguen sucediendo.


Sobre el deambular y Freud:

Página 210:
“Estamos perdidos en ese mundo de forma inevitable y ni siquiera podemos aspirar a encontrar nuestro camino dentro de él.”
Y 211:
“El desarraigo por lo tanto como la nostalgia de otro hogar, un espacio del espíritu mucho más primitivo”

Página 219:
“Para encontrarse, primero necesita ausentarse, y por eso dice A. (E.) cuando en realidad quisiera decir “Yo”, pues la historia del recuerdo es la historia de lo que se ha visto. La voz, por lo tanto, continúa.”



Poesía

Página 244:
“El cielo es azul, negro, gris y amarillo. El cielo no está allí y es rojo. Todo esto ocurrió ayer, todo esto ocurrió hace 100 años. El cielo es blanco, huele a tierra y no está allí. El cielo es blanco como la tierra y huele a ayer. Todo esto ocurrió mañana, todo esto ocurrió dentro de 100 años. El cielo es color limón, rosa y lavanda. El cielo es la tierra. El cielo es blanco y no está allí”

Narración.
Melancolía de lo que todavía no sucedió
Como si el mundo lo acompañara, el fin del viaje de E. a ciudad R. termina en un día lluvioso. Las últimas palabras del libro de Paul Auster reverberan, arremolinándose y rebotando, en las flexibles cavidades de su interior. Todo es triste pero hermoso. Es imposible estar seguro de nada. Todo ocurrió ayer y todo esto, sin embargo, ocurrirá mañana.

Página 244: “Fue. Nunca volverá a ser. Recuérdalo.”


Todas las citas provienen de: Paul Auster. La invención de la soledad Ed. Compactos de Anagrama, 2002. Traducción de María Eugenia Ciocchini


jueves, 3 de mayo de 2012

Crónicas del Futuro

Terrorismo feminista: una deuda pendiente en el desarrollo de la historia


Pues hasta ese momento el único lenguaje disponible será el del opresor, y casi todos los opresores han tenido siempre la astucia de enseñarles a los oprimidos un lenguaje en el que el discurso de estos suene insensato – incluso para ellos mismos- si con él se describen en tanto que oprimidos.
Richard Rorty, Feminismo y pragmatismo

En un futuro no muy lejano las Mujeres se harán con el poder en todo el mundo. Los hombres, por el contrario, serán retirados de los puestos de prestigio y autoridad arrastrando consigo todo el aparato simbólico masculino dominante. Luego de la imposición violenta de la Revolución Femenina, la preponderancia del Falo, esa herramienta rebosante de sentido, será ahuecada por los instrumentos de la historiografía y literatura feminista: una etapa en el proceso del desarrollo de la especie; una era oscura e insensata, comparable a lo que significó la Edad Media para las gentes del siglo XX.


En este Nuevo Mundo las Mujeres dominan con exclusividad los ámbitos del saber y la información, la ciencia y el arte, los mass media y las religiones, y todos los organismos de control. En el principio invierten y desarrollan con empeño tecnologías y métodos para someter al hombre al punto de convertirlo en objeto. Les “enseñan” fidelidad y  lealtad a través del terror y el hostigamiento. El “control de esperma”, la “subyugación psicológica” y los “interrogatorios sentimentales” son los métodos favoritos y más efectivos.
Pasado el tiempo ya nada de eso hace falta puesto que los hombres son vistos, sobre todo por ellos mismos, como simples bestias de carga. Los obreros necesarios pero idiotas del nuevo orden social. Sin embargo las Mujeres seguirán aplicando esos métodos por largos decenios como parte del programa revolucionario inicial: grabar a través de la humillación y el dominio de varias generaciones sucesivas, no sólo en las mentes sino también en los genes de los hombres, su lugar “natural” en el mundo. Una dulce y larga venganza.

…..

Ley 31aX: “Toda práctica sexual masculina queda terminantemente prohibida en tanto surja de una decisión masculina. Un hombre sólo tendrá derecho al placer sexual en tanto una Mujer lo decida así y sea necesario para sus propios fines y fantasías sexuales”

Ley 43cD: “Si un sujeto masculino es causa de disputa porque dos o más Mujeres lo requieran para sus propios fines y no haya acuerdo posible entre las partes se le extraerá muestras de ADN para clonación duplicada y se pasará a la extinción del sujeto”

Por supuesto la presión del sistema produce rebeldías cada cierto tiempo. Pero no alcanzan a representar resistencia considerable. Los únicos hombres libres reconstruyen comunidades alejadas de los centros urbanos, en lugares donde la naturaleza pervive dificultosa y obliga a una vida dura y aislada. Estos grupos rebeldes, homosexuales por necesidad, no tienen ni tecnologías ni mujeres para reproducirse, por lo tanto se debilitan rápidamente. Además las continuas persecuciones de los ejércitos de los gobiernos femeninos los obligan a desmembrarse y trasladarse continuamente.


En este panorama los hombres tienen tres opciones: la vida sometida al servicio de las necesidades femeninas; el ostracismo a regiones desoladas donde habitan los pequeños focos rebeldes; finalmente, convertirse en pseudomujeres (antiguos trasvestis) para conseguir algo de poder y moverse con algo de libertad: Conversión Declarada. Esta última opción comienza a extenderse con rapidez alrededor del globo; luego se establecen como una nueva subjetividad que gana poder. Las primeras Conversiones, sin embargo, trajeron polémicas y la opinión pública se abatió sobre ellos. Las Mujeres saben que siguen poseyendo los defectos del hombre, convertidos por intereses mezquinos. Los últimos hombres patriarcales los desprecian por débiles y traidores.
Con todo, el nuevo mapa geopolítico mundial se ve claramente determinado en función de las posiciones que toman los gobiernos femeninos ante los conversos: a- radicales feministas, mínima participación de conversos en las cámaras y funciones públicas; b- gobiernos intermedios, tolerantes a los conversos en ascenso; c- estados mixtos, minorías en el mundo, que permiten altos números de conversos en puestos de poder. Paradójicamente, en apariencia, estos gobiernos son los que dictan y aplican las leyes más crueles en contra de los hombres no convertidos. Un dato curioso, pero que se entiende lógicamente a la luz del pasado histórico, sobre los estados mixtos es que son en su mayoría los de larga tradición islámica. Los análisis feministas apuntan que se trata de la Justicia Histórica en Manos de las Mujeres: esas Mujeres tan profundamente oprimidas, en países que fueron los últimos en caer en los inicios de la Revolución Femenina,  ven ahora (revancha histórica) a sus hombres convertirse (los estados mixtos tiene los mayores índices de conversión) y defender las causas feministas con más crueldad y desesperación que la mayoría de las Mujeres.  Así, en las zonas donde las tensiones y resistencias han sido más fuertes, se da inesperadamente el Dominio más Eficaz de las conciencias fálicas.  




Declaratoria Nº 23 de la Revolución Femenina

El Nuevo Gobierno no busca la destrucción del elemento primitivo masculino tal como imaginó el fanático macho Jerry Sohl.  Las Mujeres, ahora en el Dominio, necesitamos los elementos masculinos para multiplicidad de propósitos: son nuestras bestias de cargas, nuestros obreros industriales, nuestros esclavos antiguos, nuestros aparatos de diversión.  Mujeres: no practiquemos la soberbia tan común a la especie del macho, mas tengámoslo en cuenta: nuestro Dominio es Completo. Sin destruir la masculinidad, sino que transformándola para nuestros fines, anulamos el poderío del macho.



A pesar de que las Mujeres dedican largas horas de trabajo a criticar a sus compañeras y las luchas por los puestos de poder demuestran ser más ingeniosas y feroces que nunca en la historia (sin embargo la violencia física prácticamente desaparece; la lucha por el poder es de orden puramente estratégico y seductor), el mundo se vuelve plenamente Eficiente. Las guerras se acaban. Las grandes hambrunas son sólo recuerdos. La ciencia, la salud y las tecnologías avanzan sustentablemente. La vejez escala en prestigio. Las religiones caducan como órganos de poder considerables.


Los ámbitos educacional y familiar son los que más se ven trastocados con la Nueva Organización Social.
Por el lado de la educación, las Mujeres y los hombres en sus primeras edades son instruidos en dos tipos de instituciones de educación comunal. Las niñas asisten a las llamadas Casas de la Emancipación a cargo de docentes femeninas exclusivamente. En estas casas las Mujeres son instruidas en ingenierías, en materias científicas, económicas y militares. También reciben educación en derecho, letras, estudios culturales (ya no hay más filosofía, territorio fértil para los machos absolutistas), historia y artes.  Luego las Mujeres se especializan en las Universidades Femeninas. Los hombres, en cambio, concurren a las Preparatorias del Trabajo donde aprenden todo tipo de oficios básicos para el sostenimiento social. Los docentes de las preparatorias son en su mayoría hombres, pero los cargos directivos son exclusividad femenina. Los planes de estudio son dictados por el Ministerio de Educación en concordancia con el Ministerio de Desarrollo y  Trabajo.
Por su parte, la familia desaparece tal cual se la conocía. Las hijas e hijos se crían, imitando el modelo matriarcal nepalense, en las casas de la línea familiar femenina. Los hombres no tienen derechos sobre su descendencia, y de hecho no se les informa si la poseen o no. A las niñas les toca en suerte continuar en sus respectivas casas familiares hasta que ellas mismas decidan o no comenzar su propia línea familiar. Los niños viven en las casas familiares hasta la edad de seis años, luego se los envía a las Preparatorias del Trabajo. Finalizados sus estudios derivan a los edificios masculinos, donde pasan a convivir con los hombres adultos y se incorporan a los puestos de trabajo que los Ministerios Femeninos les designen.
La tierra gira ordenadamente. Los hombres en su mayoría son felices sin grandes responsabilidades. El espíritu de sacrificio típicamente femenino permite a las Mujeres continuar la evolución del mundo en paz.