Suele sucederme que
la lapicera
y mis dedos se retuerzan
afanándose por exprimir
la forma de un recuerdo
que repita la alegría y la certeza
de las tardes de fin de semana
cuando todavía resta,
para enmendar las decepciones,
la esperanza sin sustento
de una buena noche
Y nunca logro la exactitud
sino que la forma es agredida
por visiones migratorias
de bailarinas emplumadas
sabores de gaseosas
o descapotables abrillantados
Entonces
cuando el recuerdo toma la velocidad de un sueño
me transformo
en presidente de una isla desierta o
en héroe depravado
rescatista de la princesa generosa
Le preguntaré a Joe:
¿qué significa?
¿cómo hacer para detener
la cadena de imágenes
que con ánimo intervencionista
sabotean mis recuerdos y los minan
con slogans de otro mundo?
Joe: ¿son mis enemigos?
¿o eso es un tema de perspectiva?
¿dejaré acaso que con el ritmo ajustado
de una marcha de palabras
penetren en mi carne
se multipliquen
y me convierta en el profeta
de una nueva era?
Ja ja! Un poco más de tiempo y nuestros recuerdos serán directamente auspiciados por diversos productos en nuestra mind.
ResponderEliminarHelp, Joe!
ResponderEliminar